CORP Antón Intriago Ronald

jueves, 8 de septiembre de 2011

SEXTING Y GROMMING LA NEGATIVA EN LAS REDES

Sexting, Gromming: La negativa en las Redes
Las redes sociales han sido una auténtica revolución por todo el mundo. La idea es sencilla: poder hablar y compartir experiencias con todo tipo de gente. Una nueva manera de relacionarse que en nuestro país ya ha causado furor. Se calcula que el 60 por ciento de los jóvenes las utiliza y que casi el 100% de los jóvenes entre 18 y 25 años se conecta a Internet diariamente. Y en estas edades, las redes sociales arrasan: seis de cada diez cuelgan sus fotos, sus historias y sus comentarios casi diariamente.

Sólo hay que preguntar a los adolescentes de cualquier colegio de nuestro país: ¿quién está en una red social? Y con cara de asombro nos responderán: “Prácticamente todos…” O sea que el que no está en una red social no existe. Las chicas las utilizan más para charlar con sus amigas y para quedar con ellas, mientras que los chicos establecen nuevas amistades.La mayoría de ellos las utiliza para hablar con sus amigos o para conocer a nuevas personas, pero desconoce lo vulnerables que son estos datos en cuanto se cuelgan en la red.


Muchos pensamos que con la reforma del Código Penal hace dos años, con la sanción de la ley 26.388, que introdujo varios tipos legales de los llamados delitos informáticos, la protección de la sociedad había mejorado sensiblemente. Desgraciadamente la tecnología avanza mucho más rápido que la legislación y siguen apareciendo aplicaciones y modalidades delictivas al amparo especialmente de Internet, que no han sido contempladas en la reforma, y que provocan serios daños, especialmente a los menores, masivos consumidores de la misma, y a los que ya se los ha denominado “nativos digitales”.

Recientemente se ha descubierto a un joven de 24 años que chantajeaba a unos 250 menores de edad creando personajes en Facebook, -había creado hasta 12 personalidades con sus correspondientes perfiles, con las cuales embaucaba a sus víctimas- con los cuales intimaba con sus víctimas para sustraerles información que le fuera de utilidad. Es lo que se ha dado en llamar grooming, o sea la práctica de la extorsión y chantaje que se realiza a jóvenes a través de Internet con varias finalidades, entre las cuales puede encontrarse la de obtener dinero o favores sexuales, y que puede utilizar el sexting como medio para conseguirlo. Recordemos que el sexting es una nueva práctica sexual que hace furor entre la juventud estadounidense y británica, y que también ya empezamos a ver en estas latitudes.

Los practicantes del grooming contactan con sus posibles víctimas en chats y redes sociales como Facebook, Twitter, u otras que estén de moda y tengan un gran número de usuarios. Buscan preferiblemente jóvenes, personas a las que se supone menos expertas, más confiadas y, por lo tanto, vulnerables y toman un primer contacto simulando compartir intereses. Así, por ejemplo, si una chica joven es muy aficionada a jugar a videojuegos, probablemente buscarán información sobre esta materia y se harán pasar por alguien también aficionado.

A partir de aquí, se presentarán como personas dóciles, cariñosas, comprensivas y altamente sociables, dispuestas a compartir los problemas que uno pueda tener y a ayudar en la búsqueda de soluciones. En todo este proceso, el groomer consigue información que le será de mucha utilidad en sus futuros propósitos de extorsión, lo que podríamos considerar como los “trapos sucios” por los que alguien se dejaría chantajear para que no salieran a la luz.

En este proceso, en el cual el groomer demuestra tener grandes dotes de empatía con la víctima, es probable que simule una atracción de tipo erótico-sentimental con el fin de que su objetivo le proporcione más material para chantajearla. Este será en su mayoría fotografías de desnudo o vídeos rodados con webcam, más o menos explícitos pero siempre con los que poder amenazar a su víctima con hacerlos públicos. La vergüenza a que esto pase es en la mayoría de las veces el motor que facilita los casos de grooming y da lugar a esta nueva modalidad del sexting.


A partir de un momento determinado, el groomer destapa su verdadera personalidad agresiva, exigiendo una serie de cosas a su víctima a cambio de no revelar la información que dispone de ella, o publicar las imágenes/vídeos en la Red.
Las peticiones pueden variar desde pequeñas cantidades económicas hasta más imágenes/vídeos de contenido sexual, en un espiral que arrastra cada vez más a la víctima hacia las redes del chantajista. La petición de, por ejemplo, imágenes de desnudo cada vez más explícitas, facilita al groomer que en el futuro pueda ser más exigente aún con su víctima.

Para evitar ser víctimas de estos sujetos no nos valdrán sofisticados antivirus ni software de protección, si bien redes sociales como Facebook que recientemente han creado “botones de pánico” para actuar de inmediato en caso de descubrir un uso indebido. Más de la mitad de los jóvenes de Estados Unidos, por ejemplo, considera el acceso libre a redes sociales en el lugar de trabajo como un factor decisivo al momento de aceptar una oferta laboral. Este fenómeno lo reveló un estudio de la firma Deloitte, en la encuesta anual sobre Ética de los Jóvenes que realizó junto con la organización Junior Achievement, lo que confirma que sitios como Facebook y Twitter se han convertido en un aspecto vital en el desarrollo personal y profesional de las nuevas generaciones. En el estudio fueron encuestados 1.000 jóvenes, entre 12 y 17 años, de los cuales el 58 por ciento dijo que no se inclinaría por un trabajo en el que se limitara el acceso a redes sociales en Internet.
Fuente: Pagina acceso a la información publica de facebook Argentina.

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